KARLISTA NAIZ ELAKO EZIN DET UKATU, ORREGAITIK EGIN NABE GILTZAPEAN ZARTU, EUDEIK NAI DUTENIKAN EZIN BA LOGRATU, SEKULA ES DA EGINGO EUSKADI ASKATU.

No puedo negar el ser carlista, por eso me han encarcelado. No lograrán lo que ellos quieren, Vascongadas jamás será independiente.

martes, 15 de abril de 2014

VIA CRUCIS - KURUTZETAKOEN IBILBIDEA

VIA CRUCIS/ 
KURUTZETAKOEN IBILBIDEA. 

Breve comentario de las Estaciones por Cosme Damián de Scala Coeli.


I- SENTENTZIAU DABE JESUS MAITIA, KURUTZIAN ILTERA. O ZE PENIA! 



 


V. Adoramus te, Christe, et benedicimus tibi
R. Quia per sanctam crucem tuam redemisti mundum


Sus enemigos no se contentan con verle las secuelas de una tremenda flagelación. Los azotes de los sayones, las burlas y mofas de la soldadesca, las contumelias de la plebícula... Toda la sangre derramada del Inocente les parece poca. Y un pueblo tan voluble como duro de corazón quiere crucificarlo. Han dictado la sentencia de muerte y el gobernador se lava las manos. Cuántas veces nos lavamos las manos, por conveniencias y por miedo al qué dirán.    

Se repite en cada Estación...

Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

Jesús, pequé: Ten piedad y misericordia de mí.

Bendita y alabada sea la pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo y los dolores de su santísima Madre, triste y afligida al pie de la cruz. Amén, Jesús.

II- ORAIN ARTZEN DITUZ KURUTZE BATIAN GURE PEKATUAK BERE GAÑIAN. 

 





V. Adoramus te, Christe, et benedicimus tibi
R. Quia per sanctam crucem tuam redemisti mundum
La cruz está lista. Está hecha de la misma madera de aquel árbol por el que, seducidos por Satanás, pecaron nuestros primeros padres, secundando la perversa invitación de aquella serpiente antigua, padre de la mentira y mono imitador de Dios: "Seréis como dioses" -les dijo satanás. Nunca creamos a sus secuaces que siguen invitándonos a vivir sin Dios y contra Dios, para ser "como dioses" con su fingido progreso. Jesucristo abraza nuestra cruz y, cargándola emprende el camino, abriéndonos paso. Muchas veces no queremos cargar con nuestra cruz, preferimos mirar a otra parte y no recorremos el camino de la cruz; si no la cargamos, nos perderemos. Quien es cristiano no puede dejar de cargar su cruz y seguir los divinales pasos del Divino Maestro.

III- EMEN JAUSI ZAN JESUS LURRERA LURRA JASOTZEKO BERE AURRERA.






V. Adoramus te, Christe, et benedicimus tibi
R. Quia per sanctam crucem tuam redemisti mundum

 
La Cruz pesa. Nuestros pecados son muchos. Jesucristo cae por vez primera, pero no será la última, cae bajo el peso abrumador de nuestras iniquidades. La soldadesca lo azota en el suelo, la chusma se regodea en el sufrimiento del Justo y nosotros... ¿Apartaremos los ojos de este brutal espectáculo? Nunca, Señor, permitáis que olvidemos que el mismo Rey del Cielo vino a encarnarse y, bajo el peso de un atroz madero, cayó a la vil tierra.  

IV- NOK EZAN LEIZAKE AMAREN PENIA ONELAN IKUSIRIK BERE SEMIA.

 


V. Adoramus te, Christe, et benedicimus tibi
R. Quia per sanctam crucem tuam redemisti mundum

La Madre de Dios, María Santísima, acompaña a su Divino Hijo en este camino horroroso que conduce al Gólgota, al monte donde -según antiguas tradiciones- está enterrado el hombre viejo Adán. Ella, la Llena de Gracia, también ha llevado con su Divino Hijo la Cruz. Ella, arrasada en lágrimas, sale de la multitud de los curiosos que ven al Redentor sin verlo: ella lo conoce, pues lo ha llevado en sus entrañas. ¿Puede ser que el dolor de la Madre por el Hijo y del Hijo por la Madre nos deje indiferentes? ¿Cómo podemos permanecer impasibles ante este encuentro? En el itinerario de nuestro camino al Calvario, cuando vayamos con nuestra Cruz, pidamos -aunque no lo merezcamos- que María Santísima nos mire con sus ojos soberanos.


V- KURUTZIA ERUATEN NAI DOZU LAGUNDU? BADA EMEN NAI DABE LAGUN BAT ARTU.

 

V. Adoramus te, Christe, et benedicimus tibi
R. Quia per sanctam crucem tuam redemisti mundum 
 
Simón de Cirene... Venías del campo y mira con lo que te encontraste. Tú no querías llevar la Cruz del Justo: te obligaron a ello. Pero da gracias a Dios por haberte reservado tal honor en sus insondables designios. Aunque lo hicieras refunfuñando, aquel día adelantaste mucho. Y lo que de primeras no quisiste hacer tú, tus hijos Alejandro y Rufo, andado el tiempo, lo harían, siguiendo a Cristo y llevando el Evangelio a los demás.

VI- ARPEGIKO IZERDI TA ODOLETAN. ZAPI BAT BUSTI DAU IRU DOBLETAN.





V. Adoramus te, Christe, et benedicimus tibi
R. Quia per sanctam crucem tuam redemisti mundum

Verónica (Verdadero Icono), con tu lienzo secaste la Santa Faz ensangrentada y sudorosa de Aquel a quien llevaban a matar. En el paño que pusiste sobre su Cara, dejó Cristo las señales de sudor y sangre de su rostro golpeado. Sobre la tela quedó el vestigio de su Santo Rostro y en las entretelas de tu corazón la Faz de Dios quedó grabada para toda tu vida, hasta que volvieras a verlo en el Cielo. Intercede por nosotros, para que su Santa Faz brille en nuestro corazón hasta que, por su misericordia, la contemplemos gozosos con todos los santos en el Paraíso.  

VII- BIGARREN ALDIAN EMEN DA JAUSI, TA ZU ETZARA KONTURE ERORI.
 

V. Adoramus te, Christe, et benedicimus tibi
R. Quia per sanctam crucem tuam redemisti mundum

Extenuado por todos sus dolores, el Varón de Dolores, cae por segunda vez. Ya queda menos para que todo se cumpla, pero todo tiene que cumplirse. No se le ahorrará nada del Cáliz, hasta las heces del Cáliz las bebió. Otra vez cae al suelo, doblado por la cruz. Así hemos tratado a Dios cuando vino a salvarnos, ¿cómo se nos ocurre, en nuestra locura, reprocharle nada a Quien nos creó y nos salvó?


VIII- PEKATUAGAITIK NEGAR EGIZU: BADA NEURE PENAK ORREK EMONDITU. 

 


V. Adoramus te, Christe, et benedicimus tibi
R. Quia per sanctam crucem tuam redemisti mundum

Las mujeres de Jerusalén lloran al verlo sufrir. Algunas lo han visto curar enfermos, otras lo han visto expulsar demonios, incluso lo han visto resucitar muertos y ahora lo ven sufriente, camino del Calvario. Jesucristo: el Verbo hecho carne, la carne hecha una llaga, Dios encarnado está cárdeno y descarnado a golpes, todavía puede hablar y les dice a las hierosolimitanas: "No lloréis por mí; llorad más bien por vosotras mismas y por vuestros hijos". Hijas de Jerusalén, llorad por vuestros hijos si no reconocen a Quien lleva la Cruz a cuestas, llorad por vosotras si es que no os habéis dado todavía cuenta de quién lleva la Cruz que es Dios, que ahora sangra, que pronto resucitará, que ascenderá al cielo y que vendrá en gloria para hacer justicia sobre vivos y muertos... Lloremos todos si ese día tremendo no estamos bien dispuestos para recibirlo.

IX- ¡O PEKATUAREN GAUZA ASTUNA; IRUGARRENEAN JO DAU EMEN LURRA. 

 

 

V. Adoramus te, Christe, et benedicimus tibi
R. Quia per sanctam crucem tuam redemisti mundum

Tres: Tres Personas distintas y un solo Dios verdadero. Tres caídas y un mismo camino a la Cruz. Trinidad Santísima, que te adoremos por siempre. Triple caída que nos alzas del suelo para llevarnos a la morada celestial. Adorado sea el Padre, Adorado sea el Hijo, Adorado sea el Espíritu Santo: Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal. Llenadnos de fuego para adoraros sin reservanos nada.


X- ONA NUN DAUKAZUN JESUS BILLOTZIK BURUTIK BIATZERA ZAURIZ BETERIK.



V. Adoramus te, Christe, et benedicimus tibi
R. Quia per sanctam crucem tuam redemisti mundum


Llegado ha a la cima del Monte Calvario. En el Monte Tabor se transfiguró ante los tres apóstoles Pedro, Juan y Santiago. En el Monte de los Olivos oró al Padre, haciendo la voluntad del Padre. En el Monte Calvario será despojado del vestido que cubre su carne dolorida. Lo expolian, lo desnudan, para clavarlo al madero. Se jugarán a los dados su túnica. Nada tiene ya, solo dolor sobre dolor. Hasta el desprendimiento completo has llegado, Señor.

XI- OÑAK TA ESKUAK ULTZEZ JOSIRIK, EMEN DAGO KRISTO PENAZ BETERIK.

V. Adoramus te, Christe, et benedicimus tibi 
R. Quia per sanctam crucem tuam redemisti mundum

Con clavos taladran sus manos y pies. El metal perfora la carne, abriéndola a martillazos que apuntalan a Dios al Árbol de la Cruz. Izarán la Cruz y todos podrán verlo, cosido a la madera de nuestros pecados. Crucificado, colgado. Todavía lo ultrajan con voces impías, los torvos ojos de sus enemigos fariseos y saduceos, el rictus desdeñoso del sanedrín, los vilipendios de la soldadesca y de la canalla, siguen ofendiendo al Crucificado, hasta un compañero de suplicio la emprende contra Él. Todavía, en nuestros días, hay bellacos que lo niegan y cubren de oprobios. No permitas que callemos complacientes ante quienes te ofenden, Señor.

XII- EMEN JESUS IL ZAN GISZONA GAITIK: AKORDAU ZAITEZ ORAIN TA BETI. 

 

V. Adoramus te, Christe, et benedicimus tibi
R. Quia per sanctam crucem tuam redemisti mundum

Tres horas, desde que lo clavaron hasta que expiró. Su Madre Santísima y Juan al pie de la Cruz han recibido las disposiciones últimas: Ella será para Juan la Madre y Juan será para Ella el hijo. Los dos, fieles y firmes lo acompañan y escucharán las últimas palabras de Cristo en la Cruz, antes de entregar el espíritu al Padre: "Todo está cumplido". En efecto, todo se cumplió según las Escrituras. Ha muerto, ha muerto de verdad, sin fingimientos: no ha sido un fantasma, ni otro cualquiera el que ha muerto en vez de Él. Pero al tercer día resucitará para resucitarnos a nosotros.

XIII. KURUTZE GANETIK AMAGANA, EMEN ERESTEN DA JESUS LAZTANA. 

 

V. Adoramus te, Christe, et benedicimus tibi
R. Quia per sanctam crucem tuam redemisti mundum

Sin vida en la Cruz. Algunos de sus discípulos han logrado permiso de Poncio Pilato, para desclavarlo y bajarlo de la Cruz. Su cuerpo sin vida lo abraza la piedad de María que llora al ver y tocar al Hijo de sus entrañas exánime y frío.  

XIV- ENTERRADU GURA DAU GURE BIOTZEAN JESUS ILLAK BETIKO ZU BIZI ZAITIAN.
 

V. Adoramus te, Christe, et benedicimus tibi
R. Quia per sanctam crucem tuam redemisti mundum

Envuelto en un sudario, es depositado en el sepulcro. Y una piedra sellará el sepulcro donde yace. Todo parece haber terminado, pero al tercer día resucitará y abandonará ese oscuro y lóbrego paradero que a todos nos aguarda y que por Él abandonaremos un día. Confiemos en Él que ha vencido al mundo, al pecado y al diablo. Y creamos en la Resurrección con la seguridad de quien está despierto. Pues en la Misericordia de Dios pedimos y aguardamos que, anulando nuestros pecados por el sacramento de la penitencia, nos resucitará para estar con Él allí donde el gozo será vernos cara a cara. Mientras tanto, en este campo de combate en que militamos católicamente, conservemos y reforcemos nuestra Fe; afirmemos nuestra Esperanza y pidamos que nos llene de Caridad. Vivamos adorándolo y esperando en Él, pues en ningún otro cabe esperar salvación. Se descorrerán los velos y se romperán los sellos que nos impiden ver lo que con los ojos de la fe vemos.


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